Después de comprender la situación del cliente, el abogado realiza una evaluación exhaustiva del caso. Esto implica revisar documentos relevantes, realizar investigaciones legales y analizar las cuestiones legales involucradas.
Con base en la investigación y evaluación, el abogado desarrolla una estrategia legal adaptada a los objetivos del cliente. Esta estrategia describe cómo se abordará el caso, qué argumentos se presentarán y qué pruebas se reunirán.
Si las negociaciones fracasan, y si corresponde, el abogado presenta una demanda ante el tribunal correspondiente. Esto implica presentar los documentos legales necesarios para iniciar el proceso legal formalmente.